sábado, 13 de febrero de 2021

ANÁLISIS LITERARIO DE "MI PLANTA DE NARANJA-LIMA"

DATOS DE LA OBRA LITERARIA

TÍTULO DE LA OBRA:

"Mi Planta de Naranja-Lima"

AUTOR:

José Mauro de Vasconcelos

ESCUELA LITERARIA:

Realismo mágico

ÉPOCA:

Contemporánea

GÉNERO LITERARIO:

Narrativo

ESPECIE LITERARIA:

Novela 

FORMA DE EXPRESIÓN:

La obra esta escrita en prosa.


DATOS DEL AUTOR

JOSÉ MAURO DE VASCONCELOS

(Biografía)




Nació en el barrio carioca de Bangu, en Brasil, mestizo de madre indígena y padre portugués. Debido a la pobreza de su familia, de niño se trasladó a vivir con unos primos en Natal, capital de Río Grande del Norte. Los raros cambios y experiencias que sufrió durante su niñez sirvieron como base temática de "Mi Planta de Naranja-Lima", su libro más popular. En esa misma ciudad, cursó dos años de la carrera de Medicina, pero abandonó los estudios para volver a Río de Janeiro.
Ejerció diversos empleos, que por lo general solo le permitían subsistir. Entre otras muchas ocupaciones, fue entrenador de boxeo, cargador de bananas en una fazenda del litoral fluminense, modelo de escultores en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Río (donde en 1941 fue modelo de Bruno Giorgi para su Monumento a la juventud) o camarero en un local nocturno de São Paulo.
Gracias a una beca de estudios en España, tuvo ocasión de conocer varios países europeos.
Posteriormente al regresar a Brasil, trabajó con los hermanos Villas-Bôas, explorando la cuenca de. río Araguaia. De su contacto con los garimpeiros durante esta aventura provino la inspiración para su primer libro, "Banana Brava", publicado en 1942, cuando tenía 22 años (editado como "Hombres sin piedad" en los países de habla hispana). En su novela "Raya de fuego" (Arraia de fogo, 1955) narra las dificultades del contacto con los indígenas en estas exploraciones.
José Mauro de Vasconcelos refleja en sus novelas una gran experiencia de vida, sensibilidad hacía los desposeídos y un profundo amor y respeto por la naturaleza. En ella está presente la dureza de la vida en el sertón, la niñez en los barrios pobres, los peligros que enfrentas los indígenas en la selva ante la pérdida de su aislamiento y de su hábitat natural, regionalismos, en un lenguaje claro y directo.
Su primer éxito de crítica fue en 1948 con "Barro blanco", novela ambientada en las salinas de Macau en Río Grande del Norte. "Rosinha, mi canoa" (1962) confirmó el favor del público hacia su trabajo. Pero fue con "Mi planta de naranja-lima" (1968) que consiguió proyección internacional, logrando que esta obra sea una de las más difundidas de la literatura brasileña en todo el mundo. Este libro, en el que rememora su infancia en Bangu, forma parte de una tetralogía autobiográfica no ordenada cronológicamente, integrada por "Vamos a calentar el sol" (1974), sobre su traslado a Natal; "Doidao" (1963), sobre su adolescencia; y "Las confesiones de Fray Calabaza" (1966), sobre su vida adulta.
Varias de sus obras fueron adaptadas al cine, teatro y series televisivas (Vazante, Arara Vermelha, Rua Descaça, As Confissões de Frei Abóbora). Se realizaron varias versiones de "Mi planta de naranja-lima", siendo la dirigida por Aurelio Teixeira en 1970 la primera parte del cine. Se realizaron tres telenovelas sobre el mismo libro: en 1970 para la Rede Tupi, y en 1980 y 1998 para la Rede Bandeirantes. En 2011 se presenta su segunda versión cinematográfica.
José Mauro de Vasconcelos también fue guionista, actor de teatro y de televisión, periodista y artista plástico. Falleció el 24 de julio de 1984 a los 64 años de edad en São Paulo a causa de Bronconeumonía tras permanecer 20 días en estado de coma.



PRODUCCIÓN LITERARIA
  • "Hombres sin piedad" (1942)
  • "Barro Blanco" (1945)
  • "Lejos de la tierra" (1949)
  • "Marea baja" (1951)
  • "Papagayo rojo" (1953)
  • "Raya de fuego" (1955)
  • "Rosinha, mi canoa" (1962)
  • "Doidão" (1963)
  • "El padrillo" (1964)
  • "Corazón de vidrio" (1964)
  • "Las confesiones de Fray Calabaza" (1966)
  • "Mi planta de naranja-lima" (1968)
  • "Calle descalza" (1969)
  • "El palacio japonés" (1969)
  • "Harina huérfana" (1970)
  • "Lluvia de estrellas" (1972)
  • "El velero de cristal" (1973)
  • "Vamos a calentar el sol" (1974)
  • "La cena (1975)
  • "El niño invisible" (1978)
  • "Kuryala: Capitán y Carajo" (1979)

  


  


  


  


  


  


 






LES PRESENTO A J. M. DE VASCONCELOS:








MI PLANTA DE NARANJA LIMA

(José Mauro de Vasconcelos)




Consta de II partes:

PRIMERA PARTE: En Navidad, a veces nace el Niño Diablo

1.- EL DESCUBRIDOR DE LAS COSAS

Un niño llamado Zezé; un día él y su hermano Totoca salieron a caminar, su hermano le va enseñando cosas nuevas y una de ellas es cruzar la carretera, Zezé lo admira mucho, ya que en su casa él aprende descubriendo cosas solo, claro que equivocándose y ganándose siempre unas palmadas.
Zezé tenía en mente ser de grande sabio y poeta como su tío Edmundo, y usar corbata de moño por que decía que nadie podía ser un poeta sin usar corbata de moño.
Su tío Edmundo era una persona ya grande; para Zezé era una persona muy sabia porque al conversar siempre tenía una respuesta para todas sus preguntas, por ejemplo, ¿Cuándo aprendió a leer? Su tío le respondió que a la edad de seis o siete años y como toda persona aprende deletreando y luego juntando las palabras, Zezé le dijo que si toda persona tenía que hacer eso, su tío le dijo que sí.
La familia de Zezé era muy pobre ya que su papá estaba sin empleo, su hermana Lala trabajaba en una fábrica, y su mamá tenía que trabajar en un molino por falta de dinero.
Otro día, Zezé le mostró a su hermana Jandria como leía y quedó impactada. Toda la gente se enteró y se sorprendieron por que decían que había aprendido muy rápido de un día para otro, y claro que así fue. El tío Edmundo le había prometido darle un caballo de madera a Zezé, si le mostraba como leía; claro que se lo dio, su tío le dijo a Zezé que iba hacer una gran persona en la vida.


2.- UNA CIERTA PLANTA DE NARANJA-LIMA

Zezé es protegido de su hermana Lala, y el es responsable de su pequeño hermano Luis, Luis quiere mucho a Zezé, ya que lo trata con cariño y entiende todo lo que quiere su hermanito. Un día Zezé lleva a su hermanito Luis al Zoológico. Él le mostró todos los animales que su hermano no conocía, su hermano queda impactado. 
Cierto día, su madre llega a casa y le comunica que se van a cambiar de casa. Nadie sabe que Zezé y Totoca ya han visto la nueva casa, y disimulan. Zezé siente lástima de su madre, que trabaja de sol a sol desde que era pequeña, pero Zezé tiene la ilusión de que la Navidad (en la que nace el niño Dios) traiga soluciones para la desgracia familiar.
Cuando llegan a la nueva casa, cada uno "coge un árbol", porque es la tradición. Gloria, coge el más grande y Antonio también coge un árbol robusto y fuerte. El pobre Zezé, se tiene que conformar con una pequeña planta de naranja-lima. Por que era el único árbol que sobraba aunque él hubiera preferido un árbol grandote, no un árbol que solamente tenía una rama, Zezé se sentía el más desgraciado del mundo y claro también se enokó; de pronto escuchó una voz, él no sabía de donde venía, después se dio cuenta que la planta de naranja-lima le estaba hablando, él no lo creía; pero después Zezé empezó a conversar, y quedó de verla todos los días. Zezé acabó adorando a la planta, poco después de haberla repudiado. Al final llega a la conclusión de que su planta es la mejor.


3.- LOS FLACOS DEDOS DE LA POBREZA

Zezé está preocupado por su amigo Luciano (el murciélago). Se va a cambiar de casa y espera y desea que el murciélago vaya con él.
Zezé le transmite la preocupación a su tío Edmundo, que lo sabe casi todo. Edmundo miente al niño con intención de olvidar el tema, pero Zezé es un niño que piensa mucho y no se deja engañar.
Zezé se entera de que al día siguiente, van a repartir juguetes en su vecindario de la carretera Río-San Paulo entre los niños pobres. Para Zezé sería la primera vez que recibirá un juguete en navidad, y está muy ilusionado. Le promete a su hermanito Luis que lo va a llevar.
Llega el día y no tiene quien lo acompañe. Intenta engañar a su hermana pero ésta no les quiere llevar, por lo que decide vestir a su hermanito, y ablandarla. Al final, consigue el permiso de su mamá para que pudieran ir. El cartero los lleva, tiempo después el cartero les dice que se está retrasando por causa de ellos y los deja en la carretera del Río-San Paulo, ellos tienen demoras debido al cansancio y cuando llegaron ya se habían ido. Zezé y Luis se quedan sin regalo, Luis llora desconsolado y contagia la tristeza a su hermano.
Llega la cena de Nochebuena, Zezé continúa soñando con un regalo, pero al fin Totoca le explica la realidad, y le aconseja que pierda las ilusiones, porque así no tendrá que llevarse una desilusión más grande todavía. Cuando Zezé comprende y se da cuenta de que va a pasar otras navidades sin regalo, se lamenta de la desgracia que tiene, por ser pobre. El padre lo oye, y lleno de tristeza abandona el lugar, agarra su sombrero y sale sin decir un hasta luego ni deseando felicidad. Esa noche para la familia de Zezé fue muy triste, ya que nadie se dio un abrazo, y en la cena nadie se dirigió la palabra, al terminar de cenar, todos se levantaron de la mesa, la mamá de Zezé se dirigió a su cuarto, sus hermanas tenían los ojos rojos una de ellas fue a dejar al portón a su tío Edmundo.
Pero lo más triste fue cuando se escucharon las campanadas de la iglesia, voces de felicidad y algunos fuegos artificiales. En cambio, en la casa de Zezé había tristeza todos tenían sus ojos rojos y claro disimulando que nada pasaba, en cuanto a Zezé se daba cuenta lo que pasaba en su casa y él no quería que su hermano Luis tuviera una desilusión más.
A pesar de que Totoca le había contado la realidad a Zezé aún él puso su zapatilla a u lado de la puerta, él quería tan solo un milagro, al día siguiente se levantó, y encontró su zapatilla vacía, Totoca le dijo a Zezé (ya te lo había dicho), Zezé sentía odio, tristeza y rebelión y lo único que dijó fue: Que desgracia ser pobre, su padre se hallaba de pie, mirándolos con tristeza, él tomó su sombrero y de nuevo salió a la calle, Totoca regañó a Zezé por lo sucedido, le dijo que él no tenía corazón y que no servía para nada.
Zezé con el remordimiento de lo sucedido sale a lustrar zapatos cuando ya estaba desilusionado se sentó cerca de una escuela, de pronto sintió un pequeño golpe en su cajón, alzó la mirada, era el  portero de un casino, le lustró sus zapatos y al cobrar solamente le cobró dos cruzeiros, porque decía que no era un buen lustrador, el portero para pagarle sacó cinco cruzeiros; con el dinero en su bolsa le dio más ánimo que no duró mucho, luego un auto de un rico se detuvo, él aprovechó para decirle si lo podía ayudar, el señor que conducía desconfió de él, mientras su esposa se compadeció de él, y le mandó con su hijo cinco cruzeiros; en total, el dinero que tenía era diez cruzeiros y aún no le alcanzaba para lo pensado, tiempo después se encontró a un amigo suyo, le dio una moneda que equivalían a diez cruzeiros, con el dinero que consiguió le compró a su papá unos cigarrillos. Cuando se lo da, éste rompe a llorar de la emoción ante el detalle de su pequeño. Zezé se impresiona y llora también. Es demasiado sensible para el mundo en el que vive. Su papá y él se reconcilian. 


4.- EL PAJARITO, LA ESCUELA Y LA FLOR

La familia se traslada finalmente a la nueva casa. Zezé sigue "hablando con su planta", pero no es suficiente. Aunque se ha propuesto ser bueno, no puede por menos que hacer una travesura, en la que pega un susto de muerte a una mujer embarazada, el cual ella pasaba y Zezé tiró un calcetín y la señora creyó que era una cobra. Esto le cuesta a Zezé una paliza, el cual investigan y dan que es él.
Totoca le cuenta a Zezé que tuvo un pájaro, lo quería mucho, era un pájaro muy fiel, pero un día se murió y Totoc no quiso tener un pájaro nunca más.
Cierto día, la hermana de Zezé va a inscribirlo a la escuela, cuando es su turno Gloria da el nombre de sus padres, ella al dar el nombre de su mamá solamente dice Estefanía de Vascóncelos, cuando Zezé, hace una corrección y dice el apellido de su mamá, Espinage de Vascóncelos, al decir su apellido él se siente orgulloso porque su mamá era hija de indios.
A los pocos días, comienzan las clases. La maestra en seguida siente un gran cariño por Zezé, (y viceversa), ante un alumno tan brillante y cariñoso, pese a las dificultades que tiene que superar. Una vez más, da muestras de su honradez, cuando la maestra se presta a ayudarle económicamente, y él se niega, porque hay una chica que es más pobre que él. También, roba una flor para regalársela a su maestra, y cuando ésta le descubre y le explica que esto no está bien, le crea un cargo de conciencia tal, que el niño está convencido de que es una mala persona. En realidad, la maestra, abrumada, piensa todo lo contrario.
Zezé le explica a Minguito (su planta) una nueva travesura, que hacen los mayores, pero que él se propone superar. Se trata de agarrarse a los carros cuando están en movimiento. Todos los chicos lo hacen, pero nadie ha logrado nunca realizar esta terrible práctica en el mejor auto del barrio; el flamante carro del portugués.


5.- EN UNA CELDA HE DE VERTE MORIR

Zezé se salta las clases, con el fin de ir a ver a alguien a quien admira: un músico callejero cuyas canciones le fascinan. En el camino tiene algún contratiempo, pero al fin encuentra al músico, y cuando o hace, propone al músico (Ariovaldo) que le deje ir a cantar con él, a cambio de unas canciones para su hermana. La verdadera razón es que le gustaría cantar como Ariovaldo, y quiere que éste le enseñe.
Así pues, convence a su hermana, y una vez a la semana, el pequeño Zezé, se convierte en el compañero inseparable del músico, que enseguida le toma mucho cariño.
Un día, cuando los dos empezaron a cantar, la canción favorita a la que llaman "Fanny", una señora le empezó a decir a Ariovaldo que como era capaz de explotar a un niño, él le dijo a la señora que eso no era verdad. Zezé lo niega, pero su palabra en este momento no vale de nada, en el fondo es sólo un niño. Luego de una gran discusión, Ariovaldo trata de amenazar a la señora con una navaja pero no le hizo nada.
Ariovaldo lo arregla y se marchan, se despiden hasta la próxima vez.



SEGUNDA PARTE: Fue cuando apareció el Niño Dios en toda su tristeza

1.- EL MURIÉLAGO

Zezé le cuenta a Minguito su fabuloso plan; va a hacer el "murciélago" en el carro del portugués. Cuando todos le vean llegar a la escuela, pensarán mucho mejor de él.
Lleva todo planeado, y durante varios días ha estado vigilando el carro, pero cuando llega el momento, todo se viene abajo. El portugués se da cuenta, y le caza cuando se encarama en el automóvil.
Comienza la reprimenda. Zezé se siente humillado, porque el portugués le regaña delante de todo el mundo. En un arrebato de ira, Zezé jura que cuando sea más mayor, matará a ese fanfarrón gigante.
Así de enrabietado llega a la escuela, cuando le sale al paso su hermano Totoca, que mediante engaños, le convence para que luche contra un chico más mayor, que como es natural, le propina otra paliza más al pobre Zezé. Poco a poco se desengaña un poco más.
Esta aprendiendo que la vida no es como en su interior se presenta. La vida es dura, y lo ésta aprendiendo a golpes.
Zezé conversaba mucho con Minguito, su planta; le hablaba hasta de su fracaso con el portugués, pero lo que más le gustaba era cuando dialogaba de Xuxuraca, que era sobre un libro de cuentos que se llamaba La rosa mágica. Zezé en su casa, le enseña Luis como jugar a la cacería, Luis se divierte mucho cuando Zezé hace muchos sonidos.


2.- LA CONQUISTA

Zezé evita al portugués siempre que puede sale de su casa temprano para no encontrárselo. Se a jurado a sí mismo que algún día será lo suficientemente grande y fuerte como para matarle, sin embargo, todas las mañanas éste le saluda con dos bocinazos desde su carro, y le dijo que era el niño más feo que había visto y que no quería ser nunca su amigo por ser hijo de puta.
Una mañana, tentado por la fruta de la vecina, se propone coger alguna pieza para comer, pero le ven, y en su huida, se clava un cristal en el pie. Traumatizado, piensa que aún así le pegarán, y resuelve no decir nada con el fin de no ganarse otra paliza. Sin embargo, entra a la casa, y su hermana, en la que confía le cura. Zezé se plantea muchas interrogantes: ¿Por qué todo el mundo le pega?, ¿Nadie lo quiere? Logra que su hermana se apiade de él, y le guarde el secreto. Por una vez, alguien le ha ayudado, le ha entendido, no le ha pegado.
Al día siguiente Zezé no puede caminar por causa de la herida, pero es terco y se empeña en ir a la escuela. Cuando llega al cruce de la carretera, sucede algo inesperado: el portugués detiene su auto y se ofrece a llevarle, al ver que está cojeando.
En un principio, Zezé se niega; ¿Cómo va a subir al cuto con su enemigo mortal?..
Pero éste, lejos de odiar a Zezé, siente lástima, y tras examinarle la fea herida, le lleva al médico, para que le cure, el médico le dice a Zezé que no se preocupe que no le va a doler; el portugués agarra y apoya la espalda en su pecho a la ves con fuerza, pero con cariño.
Después lo lleva a su casa. Zezé cambia de opinión; su enemigo mortal era la persona que ahora más quería en este mundo.


3.- CONVERSACIONES DE AQUÍ Y ALLÁ

Un día Zezé, fue a visitar al portugués a su casa poniendo como pretexto que iba a lustrar zapatos, después de haber descubierto donde vivía.
Zezé iba a la casa del portugués y hablaban de cómo era su vida, quiénes eran los miembros de cada familia, cuál era la situación de su familia, etc. Después de un tiempo Zezé, le pide permiso al portugués, si lo pude tratar de tu.
Con el corazón del portugués ganado, Zezé no busca refugio en su planta. Gana con normalidad en sus juegos, gana a las bolas y no necesita hacer travesuras para hacerse notar. Quiere al portugués con locura, y cuando tiene tiempo libre, queda con él. A Zexé le gusta la compañía de este hombre, porque aprende mucho, y además, nadie lo maltrata cuando está co su amigo.
El colmo de la felicidad llega cuando el portugués le dice al niño: "somos amigos" y que "el auto es de los dos". Zezé se abre definitivamente al portugués, su amigo.
Con esta amistad, cada día necesita menos a Minguito (su planta), que se "enfada con él".


4.- DOS PALIZAS MEMORABLES

Totoca le enseñaba a hacer un globo a Zezé. Zezé lo estaba haciendo, cuando su hermana le dijo: que bajara a comer. Él le dijo que ya iba. Su hermana le dijo de nuevo pero Zezé no bajó. Su hermana subió y lo llevó para abajo de una oreja.
Zezé le dijo que quería seguir haciendo el globo y se fue. Su hermana lo agarró y lo empezó a golpear fuertemente. Zezé en medio de la paliza de decía "puta" y su hermana le pegaba más fuerte. Luego, su otra hermana, Gloria, llevó a Zezé para su pieza y Zezé descansó. Cuando él se estaba mejorando vio a su papá leyendo. Él para verlo sonreír le cantó una canción: "quiero ver una chica desnuda... "; el papá lo oyó y le dijo a Zezé que lo dijera de nuevo. Zezé lo hizo y su papá le dio una nueva paliza. La mamá llegó y llevó a Zezé a su pieza y él le dijo "por qué nací, para que me golpearan". Su mamá lo acarició con tristeza.
Durante dos días, Zezé no fue a ver al portugués y tampoco fue a la escuela a causa de que estaba lastimado, ese tiempo estuvo a lado de su hermanito Luis y de su planta sin ganas de conversar.


5.- SUAVE Y EXTRAÑO PEDIDO

Zezé se recupera de las palizas, y ha perdido las ilusiones. Su hermana Gloria esta preocupada, pero él está ausente. Sólo una cosa le mantiene con ganas de vivir, y es su amigo el portugués, y eso es lo que el niño hace cuando sale a la calle; ir a buscarlo.
Cuando llega a la cafetería, le pide que lo lleve fuer de allí; Zezé quiere hablar con su amigo. Zezé le cuenta todo a su amigo, que queda escandalizado ante tanta crueldad. Lo peor es que en el fondo, Zezé justifica la violencia para con él mismo, porque cree que es un diablo, un chico malo.
Le cuenta por qué no había podido verlo, le dice que su papá lo había golpeado. Zezé le dijo que él quería suicidarse debido a que nadie lo quería. El portugués le dijo que no lo hiciera porque él lo quería.
Zezé le dijo que lo iba a pensar más. Luego, ellos salieron a dar una vuelta en el auto y quedaron de juntarse par poder ir a pescar en un río. Fueron a pescar y Zezé se ensució mucho. Comieron algo y volvieron a sus casas.
El portugués se emociona, y comienza a explicarle a Zezé cosas que, de haberlas sabido antes, le hubiesen permitido escapar de muchas palizas. Zezé está maravillado, y le pide al portugués que lo adopte como su hijo. Éste, sabe que la propuesta es imposible, pero le promete a su infantil amigo que le va a tratar como si lo fuera. Zezé vuelve a sonreír, y besa a su amigo, porque es alguien a quien realmente quiere.


6.- DE PEDAZOS Y PEDAZOS SE FORMA LA TERNURA

La amistad de Zezé y el portugués se consolida. Ya no son amigos, son padre e hijo. Confían plenamente el uno en el otro. El portugués habla de cuando era niño, y Zezé habla de lo que hará cuando sea mayor. Quiere viajar más allá de las montañas. Quiere ser como su amigo, un hombre sabio e importante.
Totoca pide dinero a Zezé para ir al cine, y este se lo da. Zezé no tiene rencor con su hermano. Se entera de que su padre tiene trabajo, parece que las cosas van a mejorar, pero también se entera que van a ensanchar la calle, y tendrán que talar su planta de naranja-lima. Es una noticia terrible, pero Zezé se consuela yendo al cine con su amigo portugués. Estando él, Minguito no tiene tanta importancia.
Zezé tiene prohibida la entrada en el cine, debido a una travesura que realizó, pero no cabe en sí de orgullo cuando su amigo le invita a entrar, y no tienen más remedio que dejarle, porque se responsabiliza de él. Junto a este hombre, Zezé no tiene nada que temer, además, no hay nada imposible de realizar.
Zezé terminó contándole a Minguito que iban a tener que talarlo.


7.- LA MANGARATIBA

Las clases son un éxito y todos admiran a Zezé, que ya no es "malo", sino listo e inteligente, pero algo terrible sucedió.
El Mangaratiba es el tren que pasa por el barrio. Zezé se entera de que se ha llevado un auto por delante.
Cuando se entera que el auto accidentado es el de Don Manuel Valadares, es decir, su amigo del alma, no lo puede creer, entra en un estado de shock. En su casa, a la que no quiere ir y es llevado por su hermano, insinúan que finge para llamar la atención, pero una vez más, Gloria sale en su defensa y expone la realidad: Zezé ha perdido las ilusiones por completo, está muy enfermo y se va a morir, es más, se quiere morir.
Todo es inútil, Zezé permanece en un estado depresivo, no reacciona. Ni siquiera, Don Ariovaldo, el músico logra despertar el interés de Zezé.
Pero, poco a poco comenzó a mejorar. Zezé no tiene ganas de vivir, pero mejora día tras día físicamente, y comienza a verlo todo desde otra perspectiva. De repente, su planta ya no habla, y la selva del amazonas en la que jugaba con Luis, no son sino cuatro arbustos. Ya no fluyen los personajes por su cabeza. Su planta ha dado su primera flor.


8.- SON TANTOS LOS VIEJOS ÁRBOLES

El padre de Zezé ya tiene trabajo es nombrado como gerente de una fábrica, él consuela a su hijo, le dice a Zezé, que en navidad ya no le va a faltar nada, que su mamá ya no iba a trabajar más, que iban a tener una casa grande donde iban a haber muchos árboles, donde él iba a poder escoger el árbol que él quisiera; Zezé al escuchar lo que decía su papá miró sus pies, con los dedos que salían de sus zuecos, él se dio cuenta que era un viejo árbol de raíces oscuras, era un padre-árbol, pero un árbol que casi no conocía a Zezé, su padre ya había muerto, el Mangaratiba lo había matado.
También le dijo a Zezé que cuando cortaran a su planta de naranja-lima ellos ya estarían lejos y no sentiría nada; y mirando su rostro, que se encontraba lleno de lágrimas, murmuró diciendo que su planta de naranja-lima, ya la habían cortado hacía más de una semana.

9.- LA CONFESIÓN FINAL

Es una carta de Zezé adulto, dirigida al difunto Manuel Valadares. Se lamenta de la niñez perdida, pero no por perderla, sino por el modo de hacerlo. La escuela de la vida en esas circunstancias es demasiado dura para que un niño lo sea durante mucho tiempo.
Lo malo de su niñez fue que le contaron las cosas demasiado pronto.



MI PLANTA DE NARANJA-LIMA  (PDF):




MI PLANTA DE NARANJA-LIMA  (AUDIOLIBRO):







PERSONAJES:
  • PRINCIPALES:
ZEZÉ: Es un niño que ha vivido la pobreza en extremo. A pesar de todas sus carencias. Llevó una vida llena de travesuras para alegrarse a sí mismo y a los otros; aunque de los otros personajes no recibe cosas positivas en el inicio, a excepción de sus hermanos Luis y Gloria. Toma especial cariño a una planta de naranja-lima que crece en su nuevo hogar y al portugués. En ellos dos se refugia para olvidarse de sus problemas.

MANUEL VALADARES (EL PORTUGUÉS): Es el mejor amigo de Zezé. Las circunstancias en que se conocieron, permitió que el hombre le tomara un profundo cariño al niño. Es una especie de padrino que atiende todas las necesidades de Zezé. Muere trágicamente cuando su vehículo impacta con el tren en marcha.

EL TÍO EDMUNDO: Es el tío de Zezé, quien en la medida de sus posibilidades obsequiaba regalos a sus sobrinos. A Zezé le regala un caballo de madera, por ser uno de sus animales preferidos. Aconseja al niño para que deje en libertad un pajarillo herido que recogió del suelo.

TOTOCA: Hermano mayor de Zezé, es el más apegado a su hermano menor. Siempre cuida de sus otros hermanos. Defensor de todas las causas justas. No está de acuerdo sobre el proceder y la inconformidad de su padre, y mucho menos cuando maltrata a Zezé por cualquier intento de agradarle.

MINGUITO (PLANTA DE NARANJA-LIMA): Junto al portugués, es la mejor amiga de Zezé. Es el paño de lágrimas del infante, principalmente cuando recibe regaños del padre y de otras personas cuando comete travesuras. Termina siendo cortada en un proyecto por extender las carreteras que llevan al hogar de Zezé.

  • SECUNDARIOS:
JANDINA: Hermana de Zezé

DINDINHA: Hermana de Zezé quien no le tiene consideración ni porque es un niño de 5 años al maltratarlo y despedazarle su única ilusión, su globo.

LUIS: El rey Luis, como le llamaba Zezé, es el hermanito menor a quien Zezé quería y cuidaba mucho. Era un niño muy tranquilo y muy bueno, con mucha inocencia y con ganas de aprender de su hermano.

GLORIA: Godoia como le decía Zezé es una de sus hermanas mayores quien particularmente lo defendía de los problemas que buscaba cada vez que hacía una de sus travesuras.

MAMÁ DE ZEZÉ: Señora grande ya cansada que trabaja en una fábrica para mantener a su familia.

DON PABLO: Papá de Zezé, quien hace bastante tiempo que andaba sin empleo, es sobre todo quien regaña a Zezé por lo que aprende y quien le da una de las dos memorables palizas.

ALAÍDE: Vecina de Zezé, quien se enteró de primero junto con sus hermanas que sabía leer.

MAESTRA SEÑORA DEL CASINO: Profesora de Zezé, quien le tiene mucho cariño por lo sobresaliente que es pero a su ves le enseña lo correcto, por ejemplo el no tomar cosas ajenas de las personas, entre otros.



TEMA PRINCIPAL:

La pobreza extrema que existe en el Brasil y el trabajo infantil que cada vez se hace mayor y mucho más normal dentro de ese país.
También el maltrato infantil ya que en la casa de Zezé (personaje principal) su padre y sus hermanas en repetidas veces lo golpean tanto que por días no puede ir a la escuela y lo humillan delante de la familia.


TEMA SECUNDARIO:
  • La amistad.
  • El amor hacia la familia.
  • La confianza.
  • La tristeza.

APRECIACIÓN CRÍTICA PERSONAL:

Me encantó esta novela por contener una narración muy sencilla y fácil de seguir, la forma cómo el autor encarna el papel de un niño travieso (Zezé) es estupenda.
Es muy triste ver que la pobreza afecta mucho a los niños, pero es tierno saber que la pobreza no mata un espíritu puro como lo es el pequeño Zezé que a pesar de ser muy travieso encarna un alma muy bondadosa con los demás.
Sin embargo, al final de la novela encontramos una carta supuestamente de Zezé o del mismo Vasconcelos, ya de mayor en la que nos muestra su visión de adulto, acerca de esos recuerdos de su niñez.
En fin, es una obra no para contarla sino para vivirla leyendo, no pases la oportunidad de leerla.





MI PLANTA DE NARANJA-LIMA  (PELÍCULA):





EL DESCUBRIDOR DE LAS COSAS

(fragmento)





Veníamos tomados de la mano, sin apuro ninguno, por la calle. Totoca venía enseñándome la vida. Y yo me sentía muy contento porque mi hermano mayor me llevaba de la mano, enseñándome cosas. Pero enseñándome las cosas fuera de casa. Porque en casa yo aprendía descubriendo cosas solo y haciendo cosas solo, claro que equivocándome, y acababa siempre llevando unas palmadas. Hasta hacía bastante poco tiempo nadie me pegaba. Pero después descubrieron todo y vivían diciendo que yo era un malvado, un diablo, un gato vagabundo de mal pelo. Yo no quería saber nada de eso. Si no estuviera en la calle comenzaría cantar. Cantar sí que era lindo. Totoca sabía hacer algo más, aparte de cantar: silbar. Pero por más que lo imitase no me salía nada. Él me dio ánimo diciendo que no importaba, que todavía no tenía boca de soplador. Pero como yo no podía cantar por fuera, comencé a cantar por dentro. Era raro, pero luego era lindo. Y yo estaba recordando una música que cantaba mamá cuando yo era muy pequeñito. Ella se quedaba en la pileta, con un trapo sujeto a la cabeza para resguardarse del sol. Llevaba un delantal cubriéndole la barriga y se quedaba horas y horas, metiendo la mano en el agua, haciendo que el jabón se convirtiera en espuma. Después torcía la ropa e iba hasta la cuerda. Colgaba todo en ella y suspendía la caña. Hacía lo mismo con todas las ropas. Se ocupaba de lavar la ropa de la casa del doctor Faulhaber para ayudar en los gastos de la casa. Mamá era alta, delgada, pero muy linda. Tenía un color bien quemado y los cabellos negros y lisos. Cuando ella los dejaba sueltos le llegaban hasta la cintura. Pero lo lindo era cuando ella cantaba y yo me quedaba a su lado aprendiendo.

                                                  Marinero, marinero,
                                                  marinero de amargura,
                                                  por tu causa, marinero,
                                                  bajaré a la sepultura...

                                                                     Las olas golpeaban
                                                                     y en la arena se deslizaban,
                                                                     allá se fue el marinero
                                                                     que yo tanto amaba...

                                                    El amor de marinero
                                                    es amor de media hora,
                                                    el navío leva anclas
                                                    y él se va en esa hora...

                                                                       Las olas golpeaban...
 
Hasta ahora esa música me daba una tristeza que yo no sabía comprender.
Totoca me dio un empujón. Desperté.
-¿Qué tienes, Zezé?
-Nada. Estaba cantando.
-¿Cantando?
-Sí.
-Entonces yo debo estar quedándome sordo.
 ¿Acaso él no sabría que se podía cantar para adentro? Me quedé callado. Si no sabía, yo no iba a enseñarle.
Habíamos llegado al borde de la carretera Río-San Pablo.
Allí pasaba de todo. Camiones, automóviles, carros y bicicletas.
-Mira, Zezé, esto es importante. Primero uno mira bien. Mira para uno u otro lado. ¡Ahora!
Cruzamos corriendo la carretera.
-¿Tuviste miedo?
Bastante que había tenido, pero dije que no, con la cabeza.
-Vamos a cruzar de nuevo, juntos. Después quiero ver si aprendiste.
Volvimos.
-Ahora ya sabes cruzar solo. Nada de miedo, que ya estás siendo un hombrecito.
Mi corazón se aceleró.
-Ahora. Vamos.
Puse el pie, casi no respiraba. Esperé un poco y él dio la señal de que volviera.
-Para ser la primera vez, estuviste muy bien. Pero te olvidaste de algo. Tienes que mirar para los dos lados para ver si viene un coche. No siempre yo voy a estar aquí para darte la señal. A la vuelta vamos a practicar más. Ahora sigamos, que voy a mostrarte una cosa.
Me tomó de la mano y seguimos de nuevo, lentamente. Yo estaba impresionado con la conversación.
-Totoca.
-¿Qué pasa?
-¿La edad de la razón pesa?
-¿Qué tontería es esa?
-Tío Edmundo lo dijo. Dijo que yo era "precoz" y que en seguida iba a entrar en la edad de la razón. Y yo no siento ninguna diferencia.
-Tío Edmundo es un tonto. Vive metiéndote cosas en la cabeza.
-Él no es tonto. Es sabio. Y cuando yo crezca quiero ser sabio y poeta y usar corbata de moño. Un día voy a fotografiarme con corbata de moño.
-¿Por qué con corbata de moño?
-Porque nadie es poeta sin corbata de moño. Cuando tío Edmundo me muestra el retrato de un poeta en una revista, todos tienen corbata de moño.
-Zezé, deja de creerle todo lo que te dice. Tío Edmundo es medio "tocado". Medio mentiroso.
-¿Entonces él es un hijo de puta?
-¡Miré que ya te ganaste palizas por decir malas palabras!
Tío Edmundo no es eso. Yo dije "tocado", medio loco.
-Pero tú dijiste que él era mentiroso.
-Una cosa no tiene nada que ver con la otra.
-Sí que tiene. El otro día papá conversaba con don Severino, ese que juega a las cartas con él y dijo eso de don Labonne: "El hijo de puta del viejo miente como el diablo"... Y nadie le pegó.
-La gente grande sí puede decirlo, no es malo.
Hicimos una pausa.
-Tío Edmundo no es... ¿Qué quiere decir "tocado", Totoca?
Él hizo girar el dedo en la cabeza.
-No, él no es eso. Es bueno, me enseña de todo, y hasta hoy solamente me dio una palmada y no fue con fuerza.
Totoca dio un salto.
-¿Él te dio una palmada? ¿Cuándo?
-Un día que yo estaba muy travieso y Gloria me mandó a casa de Dindinha. Él quería leer el diario y no encontraba los anteojos. Los buscó, furioso. Le preguntó a Dindinha, y nada. Los dos dieron vuelta al revés a la casa. Entonces yo dije que sabía dónde estaba, y que si él me daba una moneda para comprar bolitas se lo decía. Él buscó en su chaleco y tomó una moneda:
-Anda a buscarlos y te la doy.
-Yo fui hasta el cesto de la ropa sucia y los encontré. Entonces me insultó diciéndome: "¡Fuiste tú, sinvergüenza!". Me dio una palmada en la cola y me quitó la moneda.
Totoca se rió.
-Tú te vas para allá, a fin de que no te peguen en casa, y te castigan ahí. Vamos más rápido, si no nunca vamos a llegar.
Yo continuaba pensando en tío Edmundo.
-Totoca, ¿los chicos son jubilados?
-¿Qué cosa?
-Tío Edmundo no hace nada y gana dinero. No trabaja y la Municipalidad le paga todos los meses.
-¿Y qué?
-Que los chicos tampoco hacen nada, y comen, duermen y ganan dinero de los padres.
-Un jubilado es diferente, Zezé. Jubilado es que trabajó mucho, se le puso el pelo blanco y camina despacio, como tío Edmundo. Pero dejemos de pensar en cosas difíciles. Que te guste aprender con él, vaya y pase. Pero conmigo, no. Quédate igual que los otros chicos. Hasta di malas palabras, pero deja de llenarte la cabeza con cosas difíciles. Si no, no salgo más contigo.
Me quedé medio enojado y no quise conversar más. Tampoco tenía ganas de cantar. Ese pajarito que cantaba desde adentro había volado bien lejos.
Nos detuvimos y Totoca señaló la casa.
-Es esa, ahí. ¿Te gusta?
Era una casa común. Blanca, de ventanas azules, toda cerrada y en silencio.
-Me gusta. Pero ¿por qué tenemos que mudarnos acá?
-Siempre es bueno mudarse.
Por la cerca nos quedamos observando una planta de "mango" de un lado, y una de tamarindo, de otro.
-Tú, que quieres saberlo todo, ¿no te diste cuenta del drama que hay en casa? Papá está sin empleo, ¿no es cierto? Hace más de seis meses que peleó con mister Scottfield y lo dejaron en la calle. ¿No viste que Lalá comenzó a trabajar en la Fábrica? ¿No sabes que mamá va a trabajar en el centro, en el Molino Inglés? Pues bien, bobo, todo eso es para juntar algún dinero y pagar el alquiler de la nueva casa. La otra hace ya como ocho meses que papá no la paga. Tú eres muy chico para saber cosas tristes, como esta. Pero yo voy a tener que acabar ayudando en la misa para ayudar en casa.
Se quedó un rato en silencio.
-Totoca, ¿van a traer la pantera negra y las dos leonas?
-Claro que sí. Y el esclavo es el que va a tener que desmontar el gallinero.
Me miró con cierto cariño y perna.
-Yo sou el que va a desmontar el jardín zoológico y armarlo de nuevo aquí.
Quedé aliviado. Porque, si no, yo tendría que inventar algo nuevo para jugar con mi hermanito más chico, Luis.
-Bien, ¿ves cómo soy tu amigo, Zezé? Ahora no te costaba nada contarme cómo fue que conseguiste "aquello"...
-Te juro, Totoca, que no sé. De veras que no sé.
-Estás mintiendo. Estudiaste con alguien.
-No estudié nada. Nadie me enseñó. Solo que sea el diablo, que según Jandira es mi padrino, el que me haya enseñado mientras yo dormía.
Totoca estaba sorprendido. Al comienzo hasta me había dado coscorrones para que le contara. Pero yo no podía contarle nada.
-Nadie aprende solo esas cosas.
Pero se quedaba "empacado" porque realmente nadie había sido visto enseñándome nada. Era un misterio.
Fui recordando algo que había pasado la semana anterior. La familia quedó atarantada. Todo había comenzado cuando yo me senté cerca de tío Edmundo, en casa de Dindinha, mientras él leía el diario.
-Tiito.
-¿Qué, mi hijo?
El empujó los anteojos hacia la punta de la nariz, como hace toda la gente vieja.
-¿Cuándo aprendiste a leer?
-Más o menos a los seis o siete años de edad.
-¿Y alguien puede leer a los cinco años?
-Poder, puede. Pero a nadie le gusta hacer eso porque el niño todavía es muy pequeño.
-¿Cómo aprendiste a leer?
-Como todo el mundo, en la cartilla. Diciendo, "B" más "A": "BA".
-¿Todo el mundo tiene que hacer así?
-Que yo sepa, sí.
-¿Pero todo, todo el mundo, sí?
Me miró intrigado.
-Mira, Zezé, todo el mundo necesita hacer eso. Y ahora déjame terminar la lectura. Anda a ver si hay guayabas en el fondo de la quinta.
Colocó los anteojos en su lugar e intentó concentrarse en la lectura. Pero yo no salí de mi rincón.
-¡Qué pena!...
La exclamación salió tan sentida que de nuevo él se llevó los anteojos hacia la punta de la nariz.
-No puede ser, cuando te empeñas en una cosa...
-Es que yo vine de casa y caminé como loco solamente para contarte algo.
-Entonces vamos, cuenta.
-No. Así no. Primero quiero saber cuándo vas a cobrar la jubilación.
-Pasado mañana.
Sonrió suavemente, estudiándome.
-¿Y cuándo es pasado mañana?
-El viernes.
-Y el viernes ¿no vas a querer traerme un "Rayo de Luna", del centro?
-Vamos despacio, Zezé. ¿Qué es un "Rayo de Luna"?
-Es el caballito blanco que yo vi en el cine. El dueño es Fred Thompson. Es un caballo amaestrado.
-Quieres que te traiga un caballito de ruedas.
-No. Quiero ese que tiene una cabeza de palo con riendas. Que la gente le pone un cabo y sale corriendo. Preciso entrenarme porque voy a trabajar después en el cine.
Él continuó riéndose.
-Comprendo. Y si te lo traigo ¡qué gano yo?
-Te doy una cosa.
-¿Un beso?
-No me gustan mucho los besos.
-¿Un abrazo?
Lo miré con mucha pena. Mi pajarito de adentro me dijo una cosa. Y yo fui recordando otras que había escuchado muchas veces... Tío Edmundo estaba separado de la mujer y tenía cinco hijos... Vivía tan solo y caminaba tan despacio, tan despacio... ¿Quién sabe si no caminaba despacio porque tenía nostalgia de los hijos? Ellos nunca venían a visitarlo.
Di vuelta alrededor de la mesa y apreté con fuerza su cuello. Sentí su pelo blanco rozar mi frente con mucha suavidad.
-Esto no es por el caballito. Lo que voy a hacer es otra cosa. Voy a leer.
-Pero ¿tú sabes leer, Zezé? ¿Qué cuento es ese? ¿Quién te enseño?
-Nadie.
Tú estás con patrañas.
Me alejé y le comenté desde la puerta:
-¡Tráeme mi caballito el viernes y vas a ver si leo o no!...
Después, cuando fue de noche y Jandira encendió la luz del farol porque la Light había cortado la luz por falta de pago, me paré en puntas de pies para ver la "estrella". Tenía el dibujo de una estrella en un papel y debajo una oración para proteger la casa.
-Jandira, álzame que voy a leer eso.
-Déjate de inventos, Zezé. Estoy muy ocupada.
-Álzame y vas a ver si sé leer.
-Mira, Zezé, si me estás preparando alguna de las tuyas, vas a ver.
Me alzó llevándome bien detrás de la puerta.
-Bueno, a ver, lee. Quiero ver.
Entonces me puse a leer. Leí la oración que pedía a los cielos la bendición y protección para la casa, y que ahuyentara a los malos espíritus.
Jandira me puso en el suelo. Estaba boquiabierta.
-Zezé, tú te aprendiste eso de memoria. Me estás engañando.
-Te juro que no, Jandira. Yo sé leer todo.
-Nadie puede leer sin haber aprendido. ¿Fue tío Edmundo que te enseñó? ¿O Dindinha?
-Nadie.
Ella tomó un pedazo de diario y yo leí. Correctamente. Ella dio un grito y llamó a Gloria. Esta se puso nerviosísima y fue a llamar a Alaíde.
En diez minutos un montón de gente de la vecindad había venido a ver el fenómeno.
Eso era lo que Totoca estaba queriendo saber.
-Él te enseñó, prometiéndote el caballito si aprendías.
-No, no.
-Le voy a preguntar a él.
-Anda y pregúntale. Yo no sé decir cómo fue, Totoca. Si lo supiera te lo contaría.
-Entonces vámonos. Pero ya vas a ver cuando necesites algo...
Me tomó de la mano, enojado, y me llevó de vuelta a casa. Y allí pensó en algo para vengarse.
-¡Bien hecho! Aprendiste demasiado pronto, tonto. Ahora vas a tener que entrar en la escuela en febrero.
Aquello había sido idea de Jandira. Así, la casa quedaría toda la mañana en paz y yo aprendería a ser más educado.
-Vamos a entrenarnos en el Río-San Pablo. Porque no pienses que en la época de la escuela yo voy a hacer de empleado tuyo, cruzándote todo el tiempo. Tú eres muy sabio, aprende entonces también esto.
***
-Aquí está el caballito. Ahora quiero ver.
Abrió el diario y me mostró una frase de propaganda de un remedio.
-"Este producto se encuentra en todas las farmacias y casas del ramo".
Tío Edmundo fue a llamar al fondo a Dindinha.
-¡Mamá, lee bien hasta farmacia!
Los dos juntos comenzaron a darme cosas para leer, que yo leía perfectamente.
Mi abuela rezongó que el mundo estaba perdido.
Me gané el caballito y de nuevo abracé a tío Edmundo. Entonces él me tomó de la barbilla, diciéndome muy emocionado.
-Vas a ir lejos, tunante. No por nada te llamas José. Vas a ser el Sol, y las estrellas brillarán a tu alrededor.
Me quedé mirando sin entender y pensando que él estaba realmente "tocado".
-No entiendes esto. Es la historia de José de Egipto. Cuando seas más grande te contaré esa historia.
Me enloquecían las historias. Cuanto más difíciles, más me gustaban.
Acaricie a mi caballito bastante tiempo, y después levanté la vista hacia tío Edmundo y le pregunté:
-¿Te parece que la semana que viene ya seré más grande?...









CONVERSACIÓN:




💬   ¿Qué te gustó?

💬   ¿Qué no te gustó?

💬   ¿Qué te desconcertó?

💬   ¿Lo que leíste te hizo recordar algo?

💬   ¿Has leído alguna vez una historia parecida?

💬   ¿Aprendiste a leer a temprana edad o algo parecido?

💬   ¿Qué le dirías a un amigo sobre este libro?

💬   ¿Cuántas historias diferentes encuentras en esta historia?

💬   ¿En cuánto tiempo transcurre la historia?

💬   ¿Qué personaje te interesó más?

💬   ¿Dónde ocurrió la historia?

🙋   ¿Quién narra este relato?

🙋   ¿Dónde sucede lo que cuenta?

🙋   ¿Cómo describirías a los personajes?

🙋   ¿Cómo describe el narrador

🙋   En el fragmento de la novela "Mi Planta de Naranja-Lima, Totoca no cree que Zezé, su hermano menor, haya aprendido a leer solo. ¿Cómo aprendiste tú a leer? ¿Crees que es posible aprender a leer solo?

🙋   A pesar de que Zezé quiere obtener de su tío Edmundo un caballito, se ve que le tiene verdadero cariño. Copia una parte en que se muestre ese cariño.

🙋   Cuando Zezé lee frente a su tío Edmundo, este se emociona y le dice: "Vas a ir lejos...". ¿Qué entiendes por esta expresión?

🙋   ¿De qué modo este relato te hizo pensar acerca de nuestra cultura y nuestra sociedad?


🙋  ¿Qué imagen acerca de la pobreza extrema nos brinda José Mauro de Vasconcelos a través de la mirada de Zezé?


MI DIARIO DE LECTURA:

 


 




 



✍   Investiga:

¿Quién fue José Mauro de Vasconcelos? ¿Dónde creció y cómo autodidacta qué trabajos tuvo que realizar para poder sobrevivir?  Además de escritor. ¿a qué otras actividades se dedicó a lo largo de su vida? ¿Qué nos enseña su obra sobre la pobreza extrema en el Brasil? Redacta una semblanza que reúna esta información en el Perú.

✍   Las vivencias y costumbres de un pueblo las vemos reflejadas, entre otras, en sus piezas de sus piezas de arte, en su arquitectura y en su literatura, ¿Qué relatos, canciones o poemas conoces que te hayan hablado de las memorias (tristezas, alegrías, etc.) de un pueblo? Transcríbelos y compáralos con tus compañeros.

✍   Escribe, en un texto testimonial, el encuentro con algo que haya marcado tu visión sobre el trabajo infantil o maltrato infantil en el Perú.





RETO:

💬   ¿Por qué crees que Zezé tiene tanto interés en ser más grande?

🙋   Conversa con tu familia sobre tus primeros descubrimientos: la primera papilla, tus primeros pasos, los primeros libros con los que aprendiste a leer, tu primer día en el colegio, tu primer viaje y otros más que tu familia recuerde.

Puedes hacer estas preguntas a tu familia:
¿Recuerdan mis primeros aprendizajes?, ¿Cuáles fueron?, ¿Qué me gustaba hacer de pequeña o pequeño?, ¿Qué cosas, objetos, seres, etc., de la naturaleza me llamaban más la atención?, ¿Recuerdan alguno de mis objetos favoritos?, ¿Cómo lo conocí?, ¿Cómo se convirtió en mi favorito?, ¿Recuerdan qué cosa no me gustaba de pequeño?, ¿Saben cómo descubrí que no me gustaba?, ¿Qué lugar de la naturaleza me gustaba más?, ¿Cómo llegué a conocerlo?

Toma apuntes de todas las respuestas.

✍   Elabora en tu diario de lectura y una caja donde guardes tus primeros recuerdos. Pueden ser fotos, objetos, o puedes escribir, recordar o dibujar cómo te imaginas que fueron esos momentos: tu primera papilla, tus primeros pasos, los primeros libros con los que aprendiste a leer, tu primer día en el colegio, tu primer viaje, etc.


           📖   ¿Cómo elaborar tu diario de lectura?

Con la ayuda de tu familia busca fotos y objetos que se relacionen con esos momentos que acaban de recordar. Si no cuentan con ellos, no hay problema: el mejor álbum de fotos es la memoria familiar. Puedes hacer un dibujo o una foto del recuerdo que encontraste, si es un recuerdo físico, y acompañarlo con un texto que explique por qué lo elegiste. Ahora si tu recuerdo no es físico, sino más bien una vivencia y no tienes foto, puedes dibujarlo y acompañarlo con un texto en el que expliques por qué lo elegiste. Estos recuerdos debes escribirlos tú, desde lo que tú recuerdas. También puedes pedirles a tus familiares que te cuenten las anécdotas y tú las escribes.

 


          📦   ¿Cómo elaboras tu caja de recuerdos?

Busca una caja de cartón en casa. Puede ser una caja de zapatos, de algún artefacto o de otra cosa que hayan traído antes. Decórala como prefieras: con ayuda de colores, plumones, papeles de color, tijeras y goma. Le puedes poner un nombre, si así lo deseas. Luego, guarda todas los fotos, objetos, escritos y dibujos en tu caja de recuerdos. Mantenla en un lugar seguro para que luego sigas incluyendo nuevas fotos y objetos que te recuerden tus nuevos descubrimientos.



Comparte con tu familia los recuerdos que tienes y las memorias que escribiste en tu diario.

                   
LA NUEVA CASA
                                    

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ANÁLISIS LITERARIO DE "MI PLANTA DE NARANJA-LIMA"

DATOS DE LA OBRA LITERARIA TÍTULO DE LA OBRA: "Mi Planta de Naranja-Lima" AUTOR: José Mauro de Vasconcelos ESCUELA LITERARIA: Real...